La sociedad Covenant esta grandemente fragmentada y se compone de una confederación de razas, fundada inicialmente por los Elites y los Profetas, que anteriormente estaban en conflicto interno entre sí. Con el descubrimiento de la tecnología de los Forerunner se gestó una unión por la cual los Elites proporcionarían protección a los Profetas, quienes a su vez buscaban entender por qué los Forerunner eran tan devotos y creyentes, y según ellos, encontrar su "salvación" (la naturaleza misma del dios del Covenant es desconocida). En su trayectoria, se han aliado (según investigaciones) por lo menos con siete nuevas razas, aunque posiblemente sean más. Entre éstas se incluyen a los Grunts (Unggoy), los Jackals (Kig-yar), los Drones (Yanme'e), los Hunters (Lekgolo), Brutes (Jiralhanae), los Engineers (Huragok; de las novelas) y posiblemente las Bestias Drinol (tal vez llamadas Sharquoi; solo se han visto en conceptos de arte).
El Covenant tiene un nivel relativamente alto de tecnología, obtenida principalmente de las excavaciones Forerunner. El asiento de su poder, y del único hogar que parecen tener, es el planetoide llamado Suma Caridad, y las docenas de estaciones de batalla del medio esférico, que cubren varios kilómetros a través de todo el planetoide, accionado desde su centro por una nave del Forerunner. La mayoría de su armamento usa la tecnología del plasma, a excepción de las barras de combustible, el rayo de partículas y la tecnología de las agujas (posiblemente extraídas de los Centinelas). Sus transportes son mucho más rápidos que los de los Humanos, y son capaces de maniobrar en viajes de Desliespacio, como es el claramente visible cuando ocurrió La Caída del Alcance y las naves del Covenant atravesaron a un grupo de batalla humano. Sus proezas tecnológicas parecen equiuparables con lo que sólo puede describirse como una ignorancia reverente; ellos parecen incapaces, indispuestos y claramente opuestos a la blasfemia de (ya sean humanos o el mismo Covenant) mejorar cualquier reliquia del Forerunner que encuentren.
Sin embargo, es seguro que esta alianza no es muy estable. El Covenant ha sido víctima de conspiraciones e incluso asesinatos, o de guerras civiles en años recientes. A excepción de las dos razas fundadoras, todas las otras se han unido al Covenant por la fuerza y ahora forman parte del sistema de castas con reglas estrictas que condicionan su nivel de educación y socialización, para prevenir alguna unión verdadera entre los conquistados (posiblemente de la misma manera como los Mexicas hicieron en Las Guerras Floridas).
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